¿Qué dice tu perro cuando ladra?
Siempre hay una razón por la que un perro ladra. Aprender a escucharlo y entenderlo fortalecerá vuestro vínculo.
No te va a contar lo que hizo ayer o lo rico que estaba el pienso de pescado que se acaba de comer, pero cuando tu perro ladra está transmitiendo información importante. Es su forma natural de comunicarse y no todos los ladridos son iguales. Para entenderlo debes observar en qué situaciones ladra, con qué insistencia, qué hace con su cuerpo, y escuchar la intensidad o tono de sus ladridos. Verás cómo con un mejor entendimiento vuestro vínculo se fortalece. Te damos algunas pistas.
¡Hola! Bienvenidos
El perro ladra para saludar a las personas o a otros perros. Corre, va y viene, mueve la cola e intenta subirse encima. Los ladridos son cortos y agudos. También te dice ‘hola’ cuando vuelves del trabajo y estás a punto de entrar en casa. Desde el otro lado de la puerta, sabe perfectamente que eres tú.
A veces el ladrido está como amortiguado, sin llegar a ser chillido pero sin la resonancia de un buen ladrido. Puede dar la sensación de que se está quejando, pero lo que pasa es que te está saludando de una forma más cariñosa.
Quiero eso y no puedo cogerlo
¿Está mirando fijamente al suelo y ladrando a un mueble sin parar? Es probable que debajo haya algo que le interesa. Un juguete, una bolita de pienso, sea lo que sea, te está pidiendo que lo cojas.
¡Shhh! (estoy dormido)
¿No lo sabías? Los perros también sueñan y, a veces, pueden soltar algún ladrido. No hay de qué preocuparse, significa que duerme profundamente. No conviene despertarle.
Estoy contento
Los perros ladran cuando están felices. Por ejemplo, cuando juegan o están dando un paseo. Escucharás que su ladrido es más agudo que de costumbre.
¡Quiero correr!
Si le llevas de paseo sujeto con la correa, ladra porque se siente frustrado. Él querría acercarse y socializar con otros perros, olerlos, pero como no puede, ladra. Lo mismo ocurre si está detrás de una valla y sabe que al otro lado sucede algo interesante. Lo único que puede hacer es ladrar.
De igual manera se comunican algunos perros cuando viajan encerrados en su caja de transporte. No pueden moverse y lo que quieren es correr y divertirse.
Cuidado, peligro inminente
Ha oído un ruido inesperado. Suena el timbre, se acerca un desconocido, pasa una bici… Con sus ladridos, que son muy intensos, te alerta de un posible peligro.
Me aburro
Está contento, pero quiere que le prestes atención. Le apetece salir a pasear, que le des una golosina o, simplemente, que le hagas caso y juegues con él porque necesita actividad.
Me siento solo
Lo has dejado solo demasiado tiempo. En este caso no serás tú quien le oiga, pero si tiene ansiedad por la separación, ladrará de forma intensa, aguda y muy prolongada en el tiempo. Y después de un rato los ladridos alternarán con el llanto.
¡Ojo! Soy peligroso (aunque sea mentira)
Si tu perro es pequeño o de tamaño medio probablemente lo hayas visto en acción: modula el sonido y ladra en un tono más grave y profundo de lo que es habitual en él. Además, adopta una posición estática y parece que se inclina hacia adelante. Lo hace porque cree que hay una amenaza. Con ello aparenta ser más grande y feroz, aunque sea mentira.
Me gritas, te grito
Cuando otro perro ladra, el tuyo lo imita y ladra también, aunque no quiera decir nada. Lo mismo sucede si caes en la tentación de gritar para pedirle que se calle. Desde su punto de vista, es como si estuvieras ladrando y, entonces, él te imita y ladra también.
Te estás pasando
Durante el juego, uno de los otros perros es demasiado brusco. Entonces, lanza un ladrido grave, pero no muy intenso. El mismo que soltará si alguien se acerca a su comida. Es un ladrido de advertencia.
¿Ha visto un fantasma?
Todo está en silencio, nadie ni nada se mueve y, de repente, ¡guau, guau! ¿Le está ladrando al aire? ¿Ha visto un fantasma? Desmontamos el mito de que los perros puedan detectar fenómenos paranormales. Es totalmente normal que no entiendas lo que pasa porque tú no has visto ni oído nada. Lo que ocurre es que los perros tienen el sentido del oído mucho más desarrollado que nosotros y oyen sonidos agudos que nosotros no somos capaces de percibir. Por ejemplo, el chillido de un ratón o una sirena que todavía está muy lejos.
Cuando el perro entiende que no existe peligro alguno deja de ladrar. Si no lo hace y este comportamiento se convierte en algo muy frecuente, consulta con el veterinario por si existe otra causa que provoca el ladrido.
Collares eléctricos prohibidos. ¡Por fin!
Los pet lovers celebramos que a partir del 29 de septiembre, fecha en que entrará en vigor la nueva Ley de Bienestar Animal, los collares eléctricos que se usan para que el perro reprima su ladrido estarán prohibidos en toda España. El Consejo General de Colegios Veterinarios de España https://www.colvet.es/ ya alertó del riesgo que supone este tipo de collares para los perros, aunque lamentablemente su uso aumenta durante el verano, y todavía nos queda uno por delante hasta que la ley sea firme.