- 2025
Cómo proteger a tu perro del estrés navideño: visitas, petardos y rutinas rotas
La Navidad puede ser mágica para ti… y a la vez estresante para tu perro. Entre petardos, visitas y cambios en la rutina, muchos peludos acaban nerviosos, con problemas digestivos o incluso con comportamientos inesperados. Si quieres que él también disfrute de estas fiestas, sigue leyendo: en este post te contamos cómo prevenir el estrés navideño y ayudarle a disfrutar contigo.
Primer paso: Entiende qué le estresa
Los perros son animales de hábitos. Cuando de repente la casa se llena de ruido, luces parpadeantes, olores nuevos y gente desconocida, su sistema nervioso se activa.
Los principales factores de estrés navideño son:
- Los petardos y fuegos artificiales.
- La presencia de visitas (especialmente cuando se trata de niños o personas efusivas).
- Los cambios en su rutina diaria: paseos, comidas o tiempo de descanso alterados.
- Los viajes y desplazamientos.
Reconocer sus señales tempranas de estrés te permitirá actuar antes de que la ansiedad aumente. Cada perro puede mostrar las suyas, pero algunas de las más comunes son jadear mucho, temblar, bostezar, lamerse constantemente o tratar de esconderse.

Mantén su rutina lo más estable posible
Aunque tu horario sea distinto del habitual, y aunque tengas planes diferentes, intenta que su día siga el mismo ritmo: los mismos paseos, las mismas horas para comer y un rato diario tranquilo contigo. Los perros necesitan previsibilidad para sentirse seguros.
Si vas a viajar, lleva consigo su cama, su manta y algún juguete con su olor. Le servirá como “ancla” emocional y reducirá la sensación de cambio.
Cómo ayudarle con los petardos
Los petardos son una de las principales causas de ansiedad canina en Navidad, y por desgracia en otros momentos del año. Para protegerle:
- Intenta prever: adelántate a los petardos y fuegos artificiales y busca un espacio tranquilo para tu peludo.
- No le castigues ni le ignores: si se asusta, acompáñalo con calma.
- Cierra ventanas y persianas, y pon música suave o ruido blanco para amortiguar el sonido.
- No lo saques a pasear durante los momentos de más ruido. Anticípate y hazlo antes.
- Puedes consultar con tu veterinario sobre productos calmantes naturales o feromonas.
Evita reforzar su miedo hablándole con tono nervioso. La clave es transmitir serenidad: si tú estás tranquilo, él también lo estará.

Visitas y ambiente navideño
Cuando llegan invitados, no obligues a tu perro a saludar. Deja que se acerque a su ritmo o que se quede en su rincón si lo necesita.
Prepara un espacio tranquilo y seguro para él, con su cama, agua fresca y un juguete de masticar. Si hay niños, explícales que el perro no es un juguete: necesita su espacio y su descanso. Habla con sus padres antes de la visita, si lo crees conveniente.
Evita que los adornos queden a su alcance, y por supuesto que haya luces con cables sueltos o la comida peligrosa (chocolate, uvas, huesos cocinados…) en su entorno. Una distracción tuya puede convertirse en un susto peligroso (¡e innecesario!).
Tu calma es su calma
Los perros perciben tu energía y se regulan contigo. Si tú estás acelerado con las compras, las comidas y los compromisos…, él lo va a notar y responderá con más nervios.
Dedícale unos minutos al día para jugar, acariciarlo o simplemente estar juntos. Ese rato de conexión reducirá su estrés (y de paso, ¡también el tuyo!).
La Navidad puede ser especial también para él
Tu perro no entiende las fiestas, pero sí entiende el amor, la calma y la presencia. Puede ser el mejor amigo de tus hijos, su compañero en los años más bonitos, el que les enseña empatía y responsabilidad.
Cambia el chip en estas Navidades y descubrirás que pueden ser la oportunidad perfecta para fortalecer el vínculo con tu peludo. ¡Felices fiestas!