• 2025

19/08/2025

Consejos para disfrutar del Camino de Santiago con tu perro

El Camino de Santiago es una experiencia transformadora no solo para las personas, ¡sino también para sus compañeros de cuatro patas! Cada año, más peregrinos deciden vivir esta aventura junto a sus peludos, compartiendo caminatas, paisajes y momentos de conexión profunda.


Si estás pensando en hacer la Ruta Jacobea con tu mascota, te damos las claves para que la experiencia sea cómoda, segura y gratificante para ambos.

 

¿Es posible hacer el Camino con un perro?

¡Sí, absolutamente! Muchos tramos del Camino son aptos para hacer con perro, y cada vez hay más infraestructuras adaptadas para acoger peregrinos caninos: alojamientos pet-friendly, fuentes accesibles, sombra en algunas etapas, e incluso servicios de transporte para mascotas si lo necesitas.
Dicho esto, las necesidades de tu acompañante harán fundamental preparar el viaje con antelación, valorar la resistencia de tu perro y saber que algunos tramos pueden ser más duros o tener menos sombra y agua.

 

Cómo preparar a tu perro para el Camino

Al igual que tú, tu "perregrino" necesita una preparación física para afrontar las etapas del Camino. Ni a él ni a ti os bastará con salir a pasear a diario: tendréis que entrenar con caminatas largas, aumentando progresivamente la distancia. Empezad primero con 5 km, luego 10 km… hasta que esté cómodo con 20 km diarios, que es la media de una etapa clásica. Esto fortalecerá sus músculos y preparará sus almohadillas. Si alguno de los dos no está acostumbrado a caminar varios kilómetros al día, el Camino puede ser un reto en vez de unos días de disfrute.


Además de lo físico, es importante preparar el aspecto emocional y asegurarte de que tu perro esté bien socializado. Durante el Camino os encontraréis con muchas personas, otros animales (más o menos salvajes), bicicletas, ruido… Todo forma parte de la experiencia, y si está preparado, podrá disfrutarla sin estrés.

Equipamiento imprescindible

Tu perro necesitará su propio pequeño equipaje. Asegúrate de llevar:

  • Arnés resistente y cómodo (mejor que collar, para evitar tirones en el cuello).
  • Correa larga pero controlable.
  • Comida y cuencos plegables.
  • Bolsas para excrementos.
  • Protector de almohadillas o botitas para tramos pedregosos o asfalto caliente.
  • Una toalla pequeña.
  • Manta ligera para dormir.

Lleva también una copia de su microchip y la documentación habitual de tu peludo, así como información veterinaria por si surge alguna urgencia.

 

Alojamientos pet-friendly

La oferta de alojamientos que aceptan perros en el Camino ha crecido en los últimos años, pero no todas las rutas son igual de accesibles para viajar juntos. El Camino Francés (desde Sarria) y el Camino Portugués son ideales por su señalización, servicios dog‑friendly y facilidad para gestionar reservas. Aun así, no todos los albergues están abiertos a mascotas, por lo que es más que recomendable planificar cada etapa con antelación y confirmar directamente con el alojamiento.

Ten en cuenta también que algunos alojamientos pueden pedir un suplemento por mascota, o limitar el acceso a ciertas zonas comunes. Consúltalo cuando estés organizando vuestro descanso.

Si quieres ponértelo super fácil, hay agencias especializadas en el Camino de Santiago que organizarán vuestro viaje teniendo en cuenta las necesidades de tu compañero. Y vosotros solo tendréis que caminar.

Seguridad y bienestar durante el Camino

La seguridad de tu perro es prioritaria. Asegúrate de llevarlo siempre atado, especialmente en zonas con tráfico, ganado o cerca de acantilados. Sin duda verás que algunos peregrinos (y muchos locales) dejan que sus perros caminen sueltos, pero en la mayoría de los contextos no es la opción más recomendable.

Si quieres soltarlo, elige hacerlo siempre en caminos rurales y siempre que sea obediente y no represente un peligro ni una molestia para otros peregrinos, ciclistas o animales. En estos entornos, suele haber menos tráfico y mayor libertad de movimiento, pero aún así, es fundamental llevar siempre la correa a mano por si aparece ganado, personas que puedan sentirse incómodas o se atraviesa una carretera.

Lo ideal es caminar en primavera y en otoño, cuando las temperaturas son suaves, y hay menos multitudes (aunque el mes de mayo ha sido especialmente popular en 2025). Durante los meses de verano, comienza a caminar temprano, haz muchas pausas y busca zonas con sombra. En este blog ya hemos hablado de golpes de calor, y os hemos enseñado a prevenirlos y detectarlos. ¡No olvides esas pautas!
Lleva siempre agua suficiente para ambos y presta atención a las señales de agotamiento, cojera o deshidratación.

La clave para que tu “perregrino” termine el Camino sin problemas, es escucharlo, respetarlo y cuidarlo durante la ruta.

La Compostelana Perruna: un reconocimiento muy especial

Uno de los aspectos más emocionantes de hacer el Camino de Santiago con tu perro es que él también puede recibir un reconocimiento al finalizar. Se trata de la llamada Compostela Perruna, un documento simbólico que acredita que tu perro ha completado el Camino contigo.

Este diploma no es emitido por la Oficina del Peregrino oficial (que sigue solo otorgando Compostelas a humanos que recorren al menos 100 km a pie), pero sí por iniciativas privadas como la Asociación Protectora de Animais do Camiño (APACA), en Santiago de Compostela.

Para conseguirla, normalmente basta con presentar una "credencial perruna" sellada a lo largo del camino. Esta credencial, similar a la de los peregrinos humanos, recoge los sellos de los distintos lugares por los que habéis pasado juntos. Puedes adquirirla al inicio del Camino o a través de algunas webs o albergues especializados en peregrinos con perro.

La Compostelana Perruna es un símbolo precioso de lo vivido. Un testimonio de que no has caminado sola, sino acompañada de tu mejor amigo.


Una experiencia que transforma

Hacer el Camino con tu perro requiere compromiso, planificación y responsabilidad, pero también te regala momentos irrepetibles. Si caminas con respeto, atención y cuidado, el Camino se abre también para ellos, los compañeros más fieles que podemos tener.